sábado, 26 de enero de 2013

Nunca habrás perdido lo que nunca has tenido...

En algún rincón del corazón se guardan pequeños recuerdos vividos, miles de sonrisas dadas y recibidas, abrazos especiales que un día nos hicieron vibrar. En esos días extraños, en los que nada tiene lógica, en los que el mundo se vuelve del revés sin saber porqué, es justo cuando vuelves a mirar ahí, en ese pequeño rincón...
Pero te vas dando cuenta de que necesitas liberar toda esa carga, de que quieres desahogar tu alma, pero ¿cómo se hace eso? Piensas... Tengo que mirar de frente ese dolor. Sigues los impulsos del corazón, que empieza a latir a mil por hora, pero nada te detiene; es necesario salir y arriesgar, soltar todas tus lágrimas en ese inmenso mar para que se las lleve, se las lleve lejos, y nunca más puedan hacerte daño.

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