lunes, 17 de junio de 2013

Apetencias...

Sigues siendo imposible. Menos mal que paciencia es algo que me sobra. Que no quiera una relación convencional o tradicional no significa que no quiera saber de ti. Puedo vivir sin ello pero no quiero.

Me gusta saber acerca de la gente que me importa, me encanta reírme de tonterías y ser el apoyo en las cosas serias y aunque prefiero el vivo y el directo… con algunos he de contentarme con el teléfono, el whatsapp, el mail, el fb  y contigo querría tener las dos cosas: cuando estoy allí tengo el tocar, el besar, el dormir, el hablar… contacto. Y cuando estoy lejos quiero suplirlo con tus historias y mis reflexiones.

Aunque seguiré pensando que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. Ya sabes que no me rindo. Que me proporcionas (y me encantaría saber por qué! Por qué me gustas tanto, por qué me pones nerviosa, por qué el sexo es fantástico) tiempo de calidad. 

No la cagas comportándote así conmigo. Tranquilo que no me decepcionas ni me siento defraudada. Te dije que había entendido perfectamente cómo eres, la vida que llevas, el tiempo del que dispones. Y aunque (quizá es una imaginación mía) puedas creer acerca de mí que estoy zumbada por arriesgarme a sentir eso que me proporcionas… es por una razón.

¡Dios! Es una locura… y no me paro a pensar en ello demasiado porque mi cuerpo me pide que viva tal y como me apetece y siento. Y lo que me apeteces eres tú. Y lo que siento es que vivir a impulsos, sin premeditación, vale por toda una vida.

Por ello mientras sigas apeteciéndome seguiré buscándote.

Yo propongo. Tú dispones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario