El tiempo es tu tesoro, cuídalo como tu vida, porque tu vida es el tiempo que te queda. No es eterno. No busques significados a las cosas que no entiendes; qué importa si nos esperan en el cielo o el infierno. Lo que importa está aquí, así que tenlo en cuenta.
Ayer tú tenías doce, y hoy al despertar tienes cincuenta. Hablo de años; días que se suman a la lista, días que derrochas siempre en busca de alguna pista. El tiempo pasa mientras escribo, pasa mientras podría estar haciendo otras cosas que ni siquiera digo.
Y así es la vida, vivo esperando el fin, sin prisa, porque sé que tarde o temprano solo seré ceniza. Todo se va, como el reloj que cada día te recuerda todo el tiempo que te queda y el que has derrochado ya. Todo se va, como las ganas que tenía hace unos días, y la derrota que siento cuando veo que no estás. La vida es breve, sí, como esta reflexión. En la vida uno sabe lo que tiene que decir y lo que no debe.
Mi vida es tratar de sentirme bien por el momento, porque sé que ser feliz eternamente no se puede...
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